8.6.2020. Este último fin de semana, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, sorprendió a propios y extraños con una frase cargada de elogios hacia el ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó: “Puede ser presidente”, dijo.
“Emilio fue intendente. Y el que fue intendente puede ser presidente”, expresó Posse en declaraciones al bisemanario Perfil cuando lo consultaron sobre el futuro político de quien presidió Diputados durante toda la gestión de Cambiemos en el Gobierno nacional.
Como era de esperar, la lectura de esa noticia repercutió de inmediato en muchos dirigentes de la Unión Cívica Radical, el partido de pertenencia del jefe comunal sanisidrense que en los últimos tiempos acompañó la gestión de Cambiemos tanto en provincia de Buenos Aires como en Nación.
En una de los intercambios de mensajes entre dirigentes radicales del distrito, tras leer la noticia del matutino porteño uno de sus integrantes dijo en tono tanguero que todos “miraron sin comprender”.
“Desde hace varios meses, Posse se muestra como la esperanza blanca de la UCR para los futuros horizontes electorales en diversas reuniones”, dijo un vocero partidario.
Como se sabe, en lo que se conoce como una “típica rosca radical”, el senador nacional Martín Lousteau visitó hace pocos días San Isidro acompañado del dirigente radical Federico Storani, el diputado nacional Emiliano Yacobitti y los diputados provinciales Walter Carusso y Fernando Pérez. En el distrito creen que son movimientos para ir trabajando con tiempo la idea auspiciada por el jefe comunal respecto a Monzó.
A partir de la nota del diario Perfil, muchos empezaron a suponer que Posse está planificando unas futuras elecciones con un presidente peronista, dejando de lado los sueños de un “armado boina blanca”.
Con estas declaraciones, en San Isidro muchos creen que Posse también le mete presión a sus socios del PRO al ponerle un posible competidor a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, además de otros amigos amarillos.
Así las cosas, no son pocos los radicales que se animaron a afirmar que esta movida es “una nueva desilusión con el referente de San Isidro”.