22.8.2022. Conocida la acusación del fiscal federal Diego Luciani y el pedido de doce años de prisión para la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, varias personas fueron hasta su domicilio ubicado en la intersección de Juncal y Uruguay de Recoleta para festejar la situación judicial como si fuera un campeonato.
Como es habitual en estos casos, de manera muy violenta, las personas que allí se concentraron gritaban todo tipo de insultos a la vicepresidenta, siendo el de menor tenor el término “chorra”.
Cabe señalar que en el marco de la “Causa Vialidad” por el que se investiga a Cristina Fernández de Kirchner en la ejecución de la obra pública durante su Gobierno, en la tarde de este lunes fue acusada por Luciani de ser la jefa de una asociación ilícita y de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.
Al finalizar sus alegatos en el juicio oral por las obras públicas que recibió el empresario Lázaro Báez, el fiscal federal pidió que la vicepresidenta de la Nación sea condenada a doce años de prisión y a la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Reunidas frente al edificio de Recoleta, con gritos ensordecedores sumados a los golpes de cacerolas, las personas se cruzaron con manifestantes que fueron a expresar su apoyo a la vicepresidenta. Como era de suponer, los cruces de insultos terminaron en algunos empujones y golpes que motivaron la intervención de la Policía de la Ciudad.
“Lo único que le faltaba a (el Jefe de Gobierno porteño, Horacio) Rodríguez Larreta para ser (Mauricio) Macri: la policía de la ciudad reprimió con palos, gas pimienta y gases lacrimógenos a ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a Juncal y Uruguay como muestra de apoyo frente a los insultos de un grupo de energúmenos macristas”, escribió en su cuenta de Twitter la vicepresidenta Fernández de Kirchner.
Seguidamente, la vicepresidenta sostuvo que “jamás, ningún militante ni simpatizante de nuestro espacio político ha ido al domicilio de ningún dirigente macrista a insultarlos. Ni a la casa de Macri, ni a la de Rodríguez Larreta, ni a la de (Patricia) Bullrich o (María Eugenia) Vidal”.
“Son muy, pero muy violentos… y cuando son menos, la policía de Rodríguez Larreta se suma a la agresión contra mi persona. Nunca fueron ni serán democráticos”, concluyó.
Lo único que le faltaba a Rodríguez Larreta para ser Macri: la policía de la ciudad reprimió con palos, gas pimienta y gases lacrimógenos a ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a Juncal y Uruguay como muestra de apoyo frente a los insultos de un grupo de energúmenos macristas
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) August 22, 2022