HABÍA UNA VEZ… el día que Messi se escapó en helicóptero para conocer al jefe del Grupo Provincia

27.12.2022. “Por primera vez en la historia del Grupo Provincia, los trabajadores y trabajadoras de Provincia ART, Provincia Seguros, Provincia Vida y Grupo Provincia, cobrarán un Bono de Fin de Año de $100.000”.

Hasta ahí, todo bien.

Ese fue el anuncio que hizo el presidente del mencionado Grupo e intendente de Merlo en uso de licencia, Gustavo Menéndez, quien además de su función institucional se dio el gusto de jugar con la fantasía de entrevistar, nada menos, que al reciente consagrado campeón del mundo y capitán de la Selección Argentina de Fútbol, Lionel Messi.

Con la pretendida producción televisiva/cinematográfica de vanguardia para adentrarnos en la historia, un supuesto Lionel Messi “se escapa” del colectivo que transportaba a los jugadores que iban camino a los festejos populares previstos desde el predio de la AFA ubicado en Ezeiza hasta el Obelisco.

Y según la historia (seguramente guionada por los cerebros que colaboran con Menéndez), la gran estrella del fútbol mundial le pidió al presidente de la AFA, Chiqui Tapia, que le consiga un helicóptero para poder ir a Merlo y así “conocer a Gustavo”, dado que el intendente con pedido de licencia fue su “cábala”.

Mientras el Messi imaginario era entrevistado por un periodista que cubría las instancias desde el frente de la quinta “La Colonial” en donde el presidente del Grupo Provincia tiene su despacho, detrás de escena aparece el mismísimo Menéndez, quien desborda de felicidad ante tamaña sorpresa.

De un plumazo, Menéndez borró al periodista y tomó el micrófono para darse el gusto de entrevistar a la estrella que venía a conocerlo y para agradecerle por ser su cábala.

Tras las emociones de rigor, el intendente con pedido de licencia lo hace pasar a su oficina. Luego de un breve diálogo con la Copa del Mundo en el centro de la escena, alguien le comunica a Menéndez que debe atender un llamado telefónico y le pide a Messi que lo espere.

Es en ese momento de espera cuando se produce el momento mágico, el encuentro de las leyendas: en la silla donde estaba sentado Menéndez, aparece ahora, nada más y nada menos que Diego Maradona, recién llegado desde el Cielo. Ambos mantienen un breve diálogo, por supuesto afectivo.

“Diego, pensé que no te iba a ver más”, le dice Lío.

“Cómo no voy a venir a ver a mis amigos”, le responde Diego.

La charla sigue, hasta la confesión del actual campeón mundial: “La verdad, tengo ganas de seguir jugando y voy a ver si hago la Copa América”.

Y, sin más, luego de un emotivo abrazo, se abre una puerta y Diego se va, no sin antes con un nuevo desafío: “Ah, y vamos por la cuarta”.