Al final, en el acto que encabezó en Plaza de Mayo, CFK insistió con su negativa a una candidatura

25.5.2023. Mucho antes de la hora prevista y cuando el temporal amenazaba el normal desarrollo del acto que encabezó en Plaza de Mayo, la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a esquivar la presión de la militancia que al grito de “¡Una más y no jodemos más!” le pidió que se vuelva a presentar como precandidata a la presidencia de la Nación.

“Créanme que para una militante política de mi generación haber podido -después de tres periodos de gobierno- decirle a los argentinos que les dejábamos un país muchos mejor que el que habíamos recibido era una muestra de orgulloso”, fueron las últimas palabras de su discurso, que duró poco más de una hora.

En el gran escenario que se montó estuvieron funcionarios y legisladores de la época en que Néstor Kirchner asumió la presidencia el 25 de mayo de 2003 -el acto en cuestión fue organizado por ese motivo-, ex colaboradoras y colaboradores de sus dos mandatos como presidenta y actuales ministros del Gobierno de Alberto Fernández, quien no fue invitado a dicho acto.

Pese a la ausencia del presidente Fernández, la vicepresidenta defendió su gestión en un aspecto comparativo: “A pesar de las equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas”, expresó.

La Plaza de Mayo estuvo colmada de militantes y dirigentes que estaban expectantes de que la Cristina Fernández de Kirchner brindara alguna definición electoral en medio de la incertidumbre que invade al Frente de Todos: la mayoría de quienes asistieron al acto salieron al borde de la decepción.

En lugar de dar precisiones respecto al armado electoral que se viene, la vicepresidenta prefirió enfocar su discursoen el pasado, dado que volvió a recordar varios pasajes de sus presidencias y la de Néstor Kirchner.

Y para cuestionar al Gobierno de Macri por la toma de deuda, destacó que “hace pocos días conocimos un informe de un organismo constitucional respecto del préstamo del FMI y se hacen todos los otarios, como perro que volteó la olla, y después de la pasan hablando de democracia”.

En paralelo, cuando denunció que el FMI le prestó los 57 millones de dólares a Macri para financiar su reelección el público comenzó con el habitual silbido e insultos hacia el exmandatario. Automáticamente frenó a los militantes: “Como decía mi abuela, no tiene la culpa el chancho sino quien le da de comer, no nos equivoquemos”.