Por una alternativa creíble y confiable contra quienes nos empujan al abismo
Luis Patiño.

Por una alternativa creíble y confiable contra quienes nos empujan al abismo

Texto: Luis Patiño (*).

24.1.2025. Desde mi actividad militante, transito en enero por diferentes barrios de la ciudad de La Plata, ciudad dividida claramente por diferentes clases sociales donde al conversar con los vecinos podemos observar las diferentes opiniones que los mismos tienen de la actualidad.

La riqueza de estas charlas la da el mano a mano, allí desde quienes carecen de servicios esenciales hasta quienes tratan de conservar o salir de su situación económica. Podemos entender que como nunca antes no hay un rumbo claro o proyecto que pueda unificar a todos, y si existe, no ha llegado en forma adecuada a los diferentes sectores. Y no hablo del actual Gobierno nacional que ya sabemos cuál es el rumbo que ha tomado de entrega y sumisión, sino de quienes debemos darle a la sociedad una alternativa creíble y confiable que haga cambiar de opinión a quienes eligieron una alternativa que los empuja al abismo.

Uno de los sectores que más me llama la atención de la falta de acción y movilización es la de los trabajadores, aún no lo hacen ante las últimas declaraciones del Gobierno nacional donde manifiesta que no habrá aumento para los trabajadores y que homologará cualquier aumento que estos logren con empresas privadas.

Vivimos en una sociedad partida en mil pedazos, no entendemos que ya no es una grieta donde de un lado y del otro se discuten un camino, una ideología, un pensamiento, un rumbo, ahora la sociedad se transformó en pequeñas islas donde se manifiesta la disconformidad o la aprobación según el momento y el poder económico, volviéndose en estos años mucho más individualista y menos solidaria.

Una juventud inmersa en la falta de contención, de trabajo, de oportunidades, a merced de aquellos que a través del odio y la desesperanza los llevan por un camino sin retorno, poniéndoles al alcance de la mano lo que representa figurativamente la famosa frase “la primera te la dan, la segunda te la venden”.

Por otra parte, deberíamos hacer un análisis de otros sectores de la sociedad, aquellos que en diez años, a partir de 2003, lograron salir de la pobreza para convertirse en clase media. Toda esa franja se mueve en forma oscilante de izquierda a derecha buscando una soga que no los devuelva a un pasado pobre, y que han elegido hace un año, por falta de contención, a quienes denostan la política y convencen desde un discurso negacionista, poniendo en juego a actores que han surgido desde las redes sociales, haciendo creer que se puede gobernar desde un TikTok, un video o una frase en Twitter (ahora X).

Esa parte de la sociedad es la que ha definido en los últimos años las elecciones, y que hoy no tiene conducción alguna. Hoy estamos petrificados más allá de que algunos resistimos desde la militancia, del mano a mano, tratando de convencer que la salida no está desde la crítica frente a un televisor o contestando a quienes nos hacen entrar en el juego del ida y vuelta y nos distraen con movidas mediáticas.

Ya sabemos adónde apuntan quienes nos gobiernan, sabemos lo que buscan, ellos son los principales beneficiados con la grieta, con la división y la denostacion, provocan, insultan, y lo que es peor, poco a poco van transformando a la Patria en una colonia. Ya no alcanzará con la autocrítica, tenemos responsabilidades compartidas, y sin darnos cuenta fuimos parte de la construcción del monstruo, ese monstruo tan parecido a una dictadura disfrazado de defensor de la libertad.

Miro alrededor y me pregunto dónde brotará la semilla que oriente y conduzca un cambio profundo y movilice a las voces acalladas por quienes les conviene tener a los pueblos sometidos a las mentiras y los alejan de esa fuerza que supimos sacar de nuestras entrañas, revelándonos ante dicho sometimiento. Quién será capaz de pintar consignas en defensa de los derechos de todas y todos, quien será capaz de irrumpir ante tanto individualismo e imposición de pensamiento.

Por mi parte jamás me daré por vencido, no solo por lo que yo creo, sino por que mis raíces me lo reclaman. Una vez escuché una frase que me quedó grabada por siempre: “Mueres como un héroe, o vives lo suficiente para convertirte en un villano".

(*) Ex concejal de La Plata, ex director general de Control Urbano de la Municipalidad de La Plata, ex prosecretario bloque PJ Diputados Pcia Bs As., ex director general Cámara Diputados bonaerense, militante y dirigente del PJ La Plata. Secretario de la agrupación justicialista “Volveremos”.

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