Lunes 20.5.2024
29.5.2018. La ciudad de La Plata se encuentra definida como una de las grandes "urbes" que se encuentran bajo un proceso de "inquilinización" que identifica a una gran parte de la población que tiene dificultades para acceder a la vivienda propia.
Son algo más del 20 por ciento de la población que alquila en la Región, lo que determina que unos 90 mil platenses están bajo una relación de vivienda bajo contrato con inmobiliarios o particulares.
A su vez, otros de los procesos destacados es que en comparación con otras capitales provinciales, La Plata es una de las más caras para alquilar, con un fuerte incremento durante 2017 que supera incluso la inflación promedio.
Por encima de la inflación
Según organizaciones de inquilinos y el Colegio de Martilleros de La Plata, el aumento fue alrededor del 30 por ciento cuando la inflación general fue del 20 por ciento.
Las estimaciones indican que en muchos casos se destinan entre un 30 por ciento y un 40 por ciento de los ingresos para cubrir el montos del contrato mensual de alquiler.
Durante 2018 esas cifras se profundizaron, acompañados por las distintas subas de tarifas que repercuten en los nuevos contratos y en las expensas generales.
Agravamiento
La situación se agrava por una medida del Departamento Ejecutivo de la ciudad de La Plata, que fue la de cerrar la Oficina del Inquilino Municipal. Este fue un espacio creado por la ordenanza 10859 con el objetivo de "prestar asesoramiento legal a los inquilinos", "promover la participación del Municipio en la protección de derechos de los inquilinos"… pero ninguno de estos objetivos se cumplen en la actualidad.
La oficina está cerrada, no aparece en el organigrama municipal de la página oficial y tampoco en el conmutador telefónico.
En síntesis, hoy, ser inquilino se ha transformado en un verdadero calvario, producto de la crisis económica y la falta de centralidad y de respuesta del Ejecutivo local que no identifica la problemático dentro de su paquete de políticas públicas.
