Sábado 20.4.2024
20.11.2018. Esta vez, no la tienen fácil los intendentes bonaerenses pertenecientes al peronismo que en su momento supieron apoyar al Gobierno de María Eugenia Vidal en la Legislatura: el “resurgimiento” de la ex presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, los obliga a tomar decisiones extremas.
Efectivamente, como se recordará, apenas iniciada la gestión Cambiemos en territorio bonaerense en diciembre de 2015, fueron los intendentes peronistas los que dieron el espaldarazo suficiente para que la gobernadora Vidal pudiera contar con el Presupuesto para el año siguiente, apoyado también por los buenos oficios de los bloques del Frente Renovador pertenecientes a su aliado principal del momento, Sergio Massa.
Lo mismo sucedió en los meses de diciembre 2016 y 2017: los jefes comunales peronistas tuvieron un rol preponderante para que los legisladores dieran el visto bueno a los presupuestos de Vidal.
En esa línea dialoguista del peronismo se encuentran los intendentes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; Almirante Brown, Mariano Cascallares; Merlo, Gustavo Menéndez (a su vez, presidente del Partido Justicialista bonaerense); Esteban Echeverría, Fernando Gray; Ituzaingó, Alberto Descalzo; Ezeiza, Alejandro Granados; y, en menor medida, el de Berazategui, Patricio Mussi.
Con las elecciones 2019 en el horizonte, los intendentes y legisladores peronistas que mantienen buena sintonía con la administración Vidal se encuentran por estas horas con un dilema, que no es otro que el de sus respectivos posicionamientos políticos: si apoyan el Presupuesto, están con el Gobierno bonaerense; si no lo apoyan, están con el kirchnerismo.
Cabe destacar que en lo que a intendentes respecta, el ala dura del kirchnerismo está representada por los intendentes de La Matanza, Verónica Magario; Avellaneda, Jorge Ferraresi; y de Ensenada, Mario Secco. Cambiemos sabe que con ninguno de los tres hay posibilidades de entendimiento en los debates que se vienen en la Legislatura.
