4.1.2019. En una nota de este portal de noviembre último se destacó un aspecto: el de los tiempos políticos sumado a la inestabilidad económica, que obligaba a los dirigentes del gobierno a planificar las elecciones de manera desdoblada.
Por lo que se supo, la alianza gobernante Cambiemos tiene en carpeta algunas alternativas, como ser que la elección a gobernador de la provincia de Buenos Aires vaya separada de la de presidente de la Nación, aunque también está la posibilidad de que las elecciones a intendente vayan separadas de ambas.
De prosperar esas iniciativas, mínimamente serán tres veces las que los bonaerenses deberán concurrir a las urnas. Eso, son contar las PASO (primarias), tema del que todavía no hubo definición concreta.
Se sabe que Cambiemos es uno de los principales interesados en que el desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires se concrete: están convencidos que la gobernadora María Eugenia Vidal no tendrá problemas en ser reelecta, dado que no llevará en la misma lista como candidato a presidente a Mauricio Macri, eje de todas las críticas y cuestionamientos que le puede restar votos.
Hechas las cuentas, en Cambiemos se pusieron a trabajar. Y a pensar en gastar.
Precisamente, tanto Macri como Vidal fueron los que más insistieron en los últimos años con el ahorro del gasto público, con el no derroche de los recursos y con los recortes de gastos políticos.
Se estima que cada elección en la provincia de Buenos Aires tiene un costo de 3.500 millones de pesos.
La Bicameral de diputados y senadores bonaerenses que analiza el desdoblamiento de las elecciones está reunida en Mar del Plata. Otro gasto más: todo queda a cuenta de ambas cámaras, es decir, de los castigados contribuyentes bonaerenses.