Jueves 25.4.2024
13.1.2019. El barrio abierto La Aurora de la ciudad de La Plata se transformó en las últimas semanas en un ámbito de airados reclamos de sus vecinos, quienes se sienten despojados de un espacio que el Gobierno municipal se atribuyó para sí y donarlo a un comedor comunitario que administra una mujer del ámbito privado.
En efecto, el barrio ubicado en Avenida 7 y 602 cuenta por ley con una porción de terreno destinado a espacio común, en donde en breve comenzará a funcionar una plaza. Sin embargo, el municipio a cargo de Julio Garro les solicitó la cesión de otra porción de terreno bajo la figura de “reserva de espacio comunitario”.
Precisamente, dicha reserva forma parte del mismo lote –y parte de una de las calles- en donde será la plaza barrial.
Sin embargo, a fines de diciembre último los vecinos se encontraron con varias personas que habían llegado al lugar en cuestión, las que rápidamente comenzaron a levantar allí el comedor comunitario.
Lógicamente indignados, los habitantes de La Aurora les dijeron a los intrusos que no podían construir ni armar ningún comedor porque ese espacio, sostienen, está destinado a un bien común. “Cuando nos pidieron la reserva de espacio comunitario entendimos que era para una sala sanitaria o una biblioteca, por ejemplo”, le dijo a este portal una de las propietarias.
Decreto misterioso
El conflicto y la indignación vecinal fueron en aumento cuando tomaron conocimiento de que esa porción de terreno “fue otorgada por decreto del intendente Garro para el funcionamiento del comedor”.
“Lo más increíble es que el supuesto comedor funciona en calle 12 y 93, es decir, a casi dos kilómetros y medio de este barrio”, explicó uno de los propietarios que vive en La Aurora.
Dicen que la dueña del comedor, Victoria Mereles (en muchos lados se presenta como Victoria Raele) y el municipio acordaron la cesión de un terreno para el funcionamiento del emprendimiento, dado que por razones contractuales no podía seguir en el domicilio indicado.
Seguidamente, el vecino se preguntó: “¿Las personas necesitadas, van a venir caminando al comedor todos los días desde 12 y 93?”.
Confusiones y engaños
Una de las confusiones por las que los vecinos terminan siendo víctimas del abandono por parte del Estado es que se cree que La Aurora es un barrio privado. Y por ese motivo, la Policía no ingresa al lugar a realizar patrullajes, ni tampoco pasan los camiones para la recolección de basura, las cuadrillas de mantenimiento de luminarias no reponen materiales además de otro agravante económico: las cloacas tuvieron que ser realizadas y abonadas por ellos mismos.
En los últimos días, los propietarios de terrenos y casas que se levantaron en el lugar mantuvieron extensas reuniones para determinar los pasos a seguir.
El viernes último, por ejemplo, asistió al encuentro el concejal justicialista Fabián Lugli, quien escuchó los reclamos y se comprometió a acompañarlos mediante un pedido de informes que presentará en el Concejo Deliberante.
“El terreno se puede donar, pero la administración provincial exige que esa decisión sea refrendada por el Concejo, y eso no sucedió”, le dijo Lugli a este portal. El concejal estuvo acompañado por su asesor, Julio Lamarque, quien trabajó en la función pública en temas vinculados a la cesión de tierras.
Lugli, además, les aseguró a los vecinos que este lunes al mediodía volverá a encontrarse con ellos cuando participen de la audiencia especial otorgada por el jefe de Gabinete municipal, Oscar Negrelli, a quien le plantearán los reclamos con la idea de encontrar una solución al problema.
