Domingo 19.5.2024
28.3.2019. La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) hizo entrega de legajos reparados a familiares de estudiantes, docentes, graduados y no docentes detenidos, desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado que pertenecieron a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
En el listado dado a conocer por la UNLP figuran, entre más de cien personas, Diana Teruggi Dawson de Mariani, Laura Estela Carlotto Barnes y Rodolfo Walsh.
Cabe recordar que Diana Teruggi fue asesinada en su casa de calle 30 entre 55 y 56 durante un operativo de la dictadura militar en 1976 y es la madre de Clara Anahí, la beba desaparecida desde esa fecha que fue buscada intensamente hasta su muerte por su abuela María Isabel Chorobik, más conocida como “Chicha” Mariani y una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo.
Laura Carlotto Barnes fue detenida-desparecida por la dictadura y luego del nacimiento de su hijo en cautiverio –junio de 1978- fue asesinada. Es la hija de Estela Barnes de Carlotto, la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo.
Walsh fue un destacado periodista y escritor (uno de sus libros memorables es "Operación Masacre") con fuerte militancia política. Fue asesinado por los militares en marzo de 1977.
La ceremonia se realizó en el Polideportivo de la mencionada unidad académica y estuvo encabezada por los vicepresidentes Académico e Institucional de la UNLP, Martín López Armengol y Marcos Actis, respectivamente, acompañados por la prosecretaria de Derechos Humanos de la Universidad, Verónica Cruz y la decana de Humanidades, Ana Julia Ramírez.
Además de los mencionados, también estuvieron presentes familiares de las víctimas, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Durante el acto, Cruz afirmó que “la reparación de legajos se logra tras un enorme esfuerzo de investigadores, de personal no docente y por la lucha del movimiento estudiantil”.
Seguidamente, la prosecretario agregó que “pero para que todo esto sea posible tiene que haber una decisión política institucional como la que tomó la UNLP”.
Por su parte Ramírez, sostuvo que “en este mismo lugar donde hoy estamos visibilizando el terrorismo de Estado a través de una memoria crítica y condenatoria, funcionó durante la dictadura uno de los tantos centros clandestinos de detención”.
Cabe recordar que en 2015, por Resolución, la UNLP estableció “disponer la inscripción de la condición de detenido-desaparecido o asesinado, en los legajos de los docentes, no docentes, graduados y estudiantes de esta Universidad” y dejar constancia de los “reales motivos que determinaron la interrupción del desempeño laboral o estudiantil de todos aquellos que fueron víctimas de la última dictadura cívico-militar”.
Esta iniciativa constituye un aporte de la UNLP como expresión del compromiso de cumplir con el imperativo de Memoria, Verdad, Justicia y Reparación por las violaciones a los Derechos Humanos.
