Jueves 18.4.2024
5.6.2019. Si hay algo con lo que la alianza Cambiemos supo promocionarse poco antes de llegar al poder en 2015 fue de ser un fiel representante de la transparencia institucional. En la campaña electoral prometió a diestra y siniestra que llegaban los tiempos de la prolijidad en ese aspecto.
Exponente número uno en ese rol fue, sin dudas, el actual presidente de la Nación, Mauricio Macri, figura central de ese espacio que logró destronar al kirchnerismo tras doce años en el poder.
A tres años y medio de estar en la presidencia y con una administración que desde sus inicios no encontró el rumbo económico para el progreso del país, Macri creyó estar convencido que la ex presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, era capaz de vencerlo gracias al armado de listas colectoras producto de alianzas con otros sectores políticos.
¿Qué hizo Macri entonces?: firmó un decreto para prohibir las listas colectoras.
Y ahora que la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal corre el riesgo de perder las elecciones en octubre, el propio presidente la habilitó para realizar acuerdos con otros sectores políticos, especialmente Alternativa Federal, con la idea de armar listas colectoras.
En la práctica, eso significa que Vidal candidata a gobernadora puede ir por Cambiemos como, por ejemplo, por Alternativa Federal. Ambos espacios van con sus respectivos candidatos a presidente: Macri (Cambiemos) y Juan Manuel Urtubey/Sergio Massa/Miguel Pichetto (Alternativa Federal).
Con esas negociaciones en marcha, dicen en Cambiemos que Macri estaría dispuesto a firmar otro decreto para, ahora sí, autorizar las colectoras. O también esperar que la justicia electoral declare incostitucional su decreto de hace casi dos meses.
Si eso no es hipocresía política, bien podrían explicarlo.
