La ola de frío polar trajo el calor de la solidaridad ciudadana y el hielo de los gobernantes

5.7.2019. Los clubes, las organizaciones sociales y comunitarias, la sociedad en general, vecinos, estudiantes… la lista solidaria es interminable y contrasta con la inexplicable actitud de los gobiernos nacional, provincial y local.

Las imágenes dadas a conocer por todos los medios dieron cuenta de eso: de la solidaridad de siempre, la que afortunadamente no sorprende y que es reconocida por los beneficiarios del gesto.

Casi de manera automática, los clubes y demás instituciones –hasta facultades dependientes de la Universidad Nacional de La Plata abrieron sus puertas- no dudaron en ponerse a disposición para brindar un lugar a las personas en situación de calle.

Así, espontáneamente, la ciudadanía se acercó a los centros de ayuda para alcanzar sus donaciones: alimentos, ropa y frazadas, todo lo necesario para poder sobrellevar las inclemencias del frío que atraviesa la región.

Pero además, brindaron las instalaciones para que los necesitados pudieran ducharse antes de cenar. En la medida de lo recibido por las donaciones, todos tuvieron ropa para cambiarse y un lugar cálido para poder dormir.

Una vez más, la adultez estuvo del lado de la ciudadanía, que como pudo se organizó rápidamente para dar una respuesta a los más necesitados.

Mientras tanto, el Estado, los gobiernos y sus recursos brillaron por su ausencia.