Viernes 19.4.2024
4.10.2021. La Isla Martín García no es un lugar que pasa desapercibido en la historia argentina y tiene, especialmente para la política, un aspecto destacable: en ese lugar estuvieron presos dos ex presidentes a poco de haber sido derrocados por golpes militares –el radical Hipólito Yrigoyen y el desarrollista Arturo Frondizi- y uno que por cuestiones internas del poder de su tiempo mereció una movilización sin precedentes en pos de su rescate y que marcaría a fuego la segunda mitad de la década del ’40 hasta el presente, Juan Domingo Perón.
Además de dicho Presidiario y esos hechos relevantes que no pasan desapercibidos en la historia, la Isla Martín García (ubicada en la confluencia del río Uruguay con el Río de la Plata, a la altura de San Fernando, y es una reserva natural de la provincia de Buenos Aires) tiene sitios emblemáticos que merecen su atención.
Por ejemplo, aparte de sus atractivos naturales, están el Museo Histórico y la Panadería de la Isla, que data de 1913: aquí es donde se elabora un pan dulce memorable, considerado uno de los mejores y quizás el más famoso de la Argentina.
Actualmente, la histórica panadería de la Isla Martín García se llama “Rocío”, un emprendimiento que lo lleva a cabo una familia desde hace treinta años como a sus integrantes les gusta definir: “un proyecto de vida”.
“En 1988 hicimos la primera visita familiar y decidimos que era nuestro lugar en el mundo. El local de la que hoy es Panadería Rocío llevaba décadas abandonado y estaba casi en ruinas, pero eso fue lo que menos nos preocupó: hace generaciones que nuestra familia hace panificados de calidad”, cuentan sus integrantes, protagonistas actuales de un conflicto que preocupa.
Es que, según se supo, por decisión de las autoridades del ministerio de Gobierno bonaerense (en ese entonces a cargo de María Teresa García, quien hace pocos días fue reemplazada por Cristina Álvarez Rodríguez) la panadería está sin funcionar.
Desde hace unos días, a través de las redes sociales, quienes están a cargo de la histórica panadería han publicado desgarradores testimonios que dan cuenta del atropello institucional.
Luego de ver que la histórica elaboradora de pan estaba en ruinas, quienes hoy padecen a las funcionarias y los funcionarios del Gobierno bonaerense cuentan lo siguiente: “Por esa razón, vimos la posibilidad de fundar nuestro negocio y criar a nuestras hijas e hijos en un entorno natural y seguro”, recuerdan.
“Nos reunimos con las autoridades competentes, presentamos un proyecto de trabajo, restauración del local y mejoras edilicias periódicas, acuerdo que se renovó sucesivamente en todas las gestiones de gobierno con nuevos requerimientos e iniciativas, que siempre respetamos y hasta impulsamos como familia. Este tipo de convenio se establece porque, al tratarse de una Reserva, las construcciones sólo se entregan en concesión”.
Seguidamente, destacan: “En paralelo, y porque estar ahí fue para nosotras y nosotros realmente dedicar la vida a ese lugar, Rosana, maestra de vocación, comenzó a trabajar en la escuela primaria de la Isla. Desde ese lugar impulsó viajes, concursos, proyectos de reciclaje, de preservación de la reserva, de divulgación de información histórica, de terminación del trayecto educativo para adultos, un comedor, la escuela secundaria, una sala de computación, una lancha para los y las habitantes, actividades extracurriculares, talleres artísticos, incorporación de docentes, entre muchísimas iniciativas. Todas las gestiones que pasaron por la Isla expresaron diferentes perspectivas políticas, y siempre trabajamos colaborativamente”.
“Con la de Diego Simonetta como Director de Gestión Integral de Islas del Delta e Isla Martín García, eso cambió. Esta persona y su superior, Eugenio Liggesmeyer, Director Provincial de Islas, fueron designados por el gobierno provincial en 2019 (tras la asunción de Axel Kicillof)”, precisaron.
Cabe recordar que Kicillof nombró en su gabinete, una vez asumido, a la mencionada María Cristina García como ministra de Gobierno, quien decidió renunciar a su banca de senadora provincial.
“A partir de entonces, fueron moneda corriente las amenazas explícitas de parte suya (en alusión a Simonetta), los insultos y comentarios discriminatorios hacia l@s residentes: por el color de piel, por la proveniencia social, por el nivel de formación de las personas, por razones de género, etc”, continúa la nota.
Seguidamente, indican que “Simonetta, al asumir, discontinuó el registro formal del pago del canon de los comerciantes, no gestionó los acuerdos correspondientes, pero sí pretendió cobrar los montos equivalentes registrándolos en un cuaderno Gloria. Esto provocó que muchos comerciantes no confiaran en la legitimidad del trámite que imponía”.
“En este tiempo, Simonetta nos citó repetidamente en privado en Pandemia, sin protección, barbijo, ni medidas de cuidado, fuera de la Isla, sin registrar en un acta lo hablado, sumando a los encuentros personas cuyo nombre desconocíamos de forma violenta y prepotente, nos gritó e insultó”, sigue la nota.
“No fuimos las únicas y los únicos en esta situación. En el último encuentro que tuvimos, nos convocó frente a él y dos personas que se presentaron sin identificarse, como abogados de la provincia de Buenos Aires. Nos quisieron hacer firmar que abandonábamos nuestro proyecto, y nos amenazaron por no querer hacerlo. Por indicación de nuestro abogado, con la reunión finalizada, tuvimos que interceptarlos en la lancha a punto de salir para que nos dieran sus datos, y en ese momento corroboramos que uno de los ‘abogados’ que nos presentaron estos funcionarios, no lo era”, denunciaron.
Por último, recordaron que “luego, llegaron las cartas documento, no sólo a nosotras y nosotros, sino también la suspensión del suministro de luz en el local, el impedimento de viajar en la lancha para residentes y de cargar nuestra mercadería”.
Lamentablemente, esa situación no cambió hasta el día de hoy.
