Miércoles 24.4.2024
10.4.2022. Como es costumbre desde hace varios y largos meses, en los últimos días bastaron varios mensajes o señales políticas que dieron pie a todo tipo de especulaciones institucionales en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.
Ya quedó más que claro, lo cual tampoco es ninguna novedad, que el gobernador bonaerense Axel Kicillof volcó sus preferencias en un sector de los contendientes en el oficialismo: el que encarna la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kichner y su hijo diputado nacional que también es líder de la agrupación política La Cámpora, Máximo Kirchner.
También se sabe que, desde que asumió Kicillof en diciembre de 2019 y decidió nombrar en el ministerio de Seguridad (todos aseguran que fue por sugerencia de la propia vicepresidenta, como así también con el de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak) a Sergio Berni, instantáneamente comenzaron las apuestas referidas a la duración en el cargo del mencionado médico cirujano, karateca y militar.
Y en las últimas semanas, el posible y enésimo desplazamiento de Berni volvió a cobrar fuerza en las más altas esferas del kirchnerismo, léase, la vicepresidenta y su hijo. Como punto de apoyo está el rol del Jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, quien dejó de brindarle el apoyo que en su momento le ofreció cuando desembarcó en el gabinete tras las PASO de septiembre 2021.
En principio, la tan mentada pelea en la que no faltaron insultos y supuestos empujones en una reunión partidaria de la que fue protagonista excluyente con Máximo Kirchner pasando por su renunciamiento al kirchnerismo y sus últimas declaraciones en las que dijo coincidir con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta en la cuestión de las protestas con cortes de calles y avenidas por parte de los movimientos sociales, hicieron que se desatara contra Berni una nueva edición de versiones relacionadas a su desplazamiento.
Párrafo aparte, durante la reunión del último viernes en el Estadio Ciudad de La Plata “Diego Armando Maradona” en la que al margen de la cuestión ambiental el tema de conversación fue la reelección de Kicillof, integrantes del gabinete bonaerense dieron cuenta de la pronta salida de Berni del ministerio de Seguridad.
Así, las mismas versiones señalaron que hay dos posibles reemplazantes del ministro: uno sería el actual diputado bonaerense e intendente con pedido de licencia en Almirante Brown, Mariano Cascallares y el otro que se menciona es el concejal y Jefe de Gabinete que varias veces hace de intendente de Ezeiza, Gastón Granados.
El apellido Granados ya es conocido en el ministerio de Seguridad, dado que su padre e intendente titular de esa ciudad, Alejandro Granados, ocupó el máximo cargo ministerial en tiempos del Gobierno bonaerense de Daniel Scioli.
Como muchos recordarán, a Granados padre lo bautizaron en esos momentos como el “Sheriff”.
En lo que respecta a la medición de fuerzas de ambos postulantes (que en realidad no se postulan, sino que se les ofrece el cargo por ser parte de un mismo proyecto político) muchos indican que el que más posibilidades tiene es “el hijo del Sheriff” por los consejos y la experiencia que le puede transmitir su padre.
De hecho, el clan Granados ya tiene armada su propia estructura de Seguridad en su municipio: el secretario del área es el comisario general Hugo Matzkin, nada más y nada menos que el Jefe de Policía bonaerense cuando el “Sheriff” era ministro.
En cambio, Cascallares solamente puede dar fe de su gestión administrativa orientada a lo previsional pues también fue funcionario de Scioli cuando este le confió la presidencia del Instituto de Previsión Social.
