19.5.2019. El 19 de agosto de 2017, María Belén Basílico se despertó con la cabeza y el cuello hinchados. Fue a la guardia pensando que era una alergia y terminó internada. A los pocos días, mientras esperaba el resultado de unos estudios en su casa, una trombosis en uno de sus brazos la alertó de que algo no andaba bien. El diagnóstico fue el menos esperado por la estudiante de ingeniería industrial de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
“Tenía cáncer, un linfoma en el mediastino”, contó, con un nudo en la garganta, la protagonista de esta historia conmovedora. Quienes la escuchaban eran los asistentes a la ceremonia de entrega de diplomas a los flamantes ingenieros industriales, título que se ganó con un esfuerzo ejemplar.
María Belén estaba a un paso de terminar la carrera en la Facultad de Ingeniería de la UNLP cuando un linfoma en el mediastino alteró sus planes y su vida. A pesar de lo duro de la enfermedad no bajó los brazos, se curó y contó su experiencia durante la primera entrega de diplomas del año.
“Saber apreciar la chance de acceder a una educación universitaria es asumir nuestro compromiso social para con todos aquellos que no tuvieron nuestra misma suerte”, afirmó la joven profesional de 25 años.
En 2017, Basílico llevaba una vida normal como muchos otros estudiantes de la UNLP. Había terminado de cursar y estaba preparando su último trabajo y examen final de la carrera de Ingeniería Industrial. Realizaba actividad física y compartía su tiempo libre con familiares y amigos, hasta que la confirmación de que tenía cáncer alteró sus planes y su vida. A pesar de lo duro de la enfermedad no bajó los brazos, logró graduarse en 2018 y en los últimos días recibió, con una sonrisa radiante, el título profesional durante la primera entrega de diplomas del año que se realizó en la Facultad de Ingeniería.
El testimonio de María Belén, frente al estrado, conmovió a los presentes. Estaban en la ceremonia el decano de Ingeniería, Horacio Frene y el vicedecano Agustín Roncagliolo, personal docente y no docente, alumnos, graduados, familiares y amigos de los flamantes egresados.
“Estoy acá y he tenido éxito porque, momentos que he pasado en mis 25 años, me han enseñado a ser positiva, fuerte y perseverante. Me han enseñado el valor de la vida”, expresó la joven y comenzó el relato de los nueves meses más duros que le tocó vivir.
“Volví a nacer”, aseguró. El duro tratamiento de quimioterapia y radioterapia que tuvo que realizar ya es parte de su historia.
Junto a Basílico, también recibieron sus diplomas de graduados: Talpone Giorgi, Jeremías; Bruno, María Virginia; Ruiz, Victoria; Savietto, Gerónimo Gabriel; Sanacore, Camila; Pettigrossi, Julieta Agustina; Vargas, Luis Iñaki; Venturino, Martín Marcelo; Pastore, Francisco; Coronel, Thomas; Rodríguez, Federico Ramiro; Becerra Hoyos, Angel Gabriel; Cabello de Alzaga, Macarena; Martínez Binelli, Nicolás; Baamonde, Ayelén; Bucelli, Leonel Marcelo; Vicent, Bernardo y Ponce de León, Santiago Daniel.