El descontrol forzó cambios en la Subsecretaría administrativa del ministerio de Salud bonaerense

3.7.2019. La permanente acumulación de expedientes con la consecuente falta de pago a los proveedores del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires ha sabido generar quejas desde comienzos de 2018, siendo la destinataria de los reclamos la subsecretaria administrativa, Romina Rodríguez, quien debido al descontrol ocasionado fue reemplazada por Juan Grosso Guido.

Rodríguez, como se recordará, a mediados de 2018 fue el eje de todas las críticas de proveedores cuando tomaron conocimiento de que en el ministerio de Salud había retenidos alrededor de 1700 expedientes de pago de servicios brindados al Estado.

La funcionaria ahora desplazada era la cara visible de la implementación del Sistema Integral de Gestión y Administración Financiera (SIGAF), una supuesta herramienta de trabajo ágil para monitorear el avance de los expedientes. El problema se generó porque dicho mecanismo nunca funcionó.

Proveedores de medicamentos, alimentos, insumos de todo tipo para la atención médica y enfermería (sueros, gasas, alcohol, algodón, jeringas, entre tantos otros elementos de un listado interminable), lavaderos (sábanas y toallas) en su momento tuvieron suspensiones momentáneas en la entrega de sus productos culpa de los atrasos en los pagos.

“Las claves de acceso que usan los administradores de los hospitales no funcionan; eso hace que después el ministerio de Salud no pueda contar con datos de expedientes que deberían estar cargados en su sistema”, explicaron a este portal voceros que siguen de cerca el funcionamiento del SIGAF.

En su momento se supo que el ministerio de Salud, al no cargar esos datos, provocó que los pagos no estuvieran en Contaduría ni en Tesorería General de la provincia.