La Justicia argentina: ¿Último bastión monárquico?

9.9.2019. Pasados unos días del Día del Abogado (29 de agosto) en donde se hizo viral una frase “El médico es un carnicero con título: el arquitecto un albañil más inteligente, pero el abogado……el abogado es Dios”, nos hizo repasar el funcionamiento de la Justicia Argentina.

Hay un convencimiento: si resucita un abogado de mediados del siglo XIX, no tendría más que aprenderse algunos cambios en la legislación para poder salir a trabajar, ya que nada ha cambiado en el funcionamiento de la Justicia de la Argentina desde los primeros años de la Independencia.

Consultando a cualquier letrado es sabido que es un acto de falta de decoro no tratar a un Juez de Vuestra Excelencia o Vuestra Señoría, tal si se tratara de señores feudales, o tratar como Doctores a quienes en su mayoría no lo son.

Sin ir más lejos, tenemos el caso del juez de La Plata, Juan Pablo Masi, cuyos escritos fueron tildados por el Comité de Ética del Colegio de Abogados de tener algún tinte nazi-fascista  y se lo comparó con el Rey Sol. “Afirma, cual si fuera Luis XIV de Francia, porque las cosas son exclusivamente asi porque él lo dice. No por la ley que debe regirlo”, expresaron en dicho Comité.

Un integrante de la “Familia Judicial” que tuvo a miembros de su familia como ministros en varios momentos de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires, (“solía correr por los pasillos, de despacho en despacho de los ministros”, asegura)  confirmó la teoría monárquica.

Sin embargo, destacó a un ilustre personaje que además cumplia la tarea de ministro de la Suprema Corte, Gerardo Peña Guzmán. “Una personalidad que es imposible que sea desconocida por cualquier abogado, ya que es imposible que  se haya recibido sin tener sus libros como base de su estudio de la carrera de Abogacia”, agrega el vocero.

“Peña Guzmán, un hombre con discapacidad en ambas piernas, pero  con una capacidad profesional, humanista, de trato y respeto como pocas personas conocí”, acota.

(Anécdota con Peña Guzmán) “Un día, con 8 años de edad le pregunto: ¿Usted cura gente como mi tío?. Él la mira a mi madre, descolocado, me vuelve a mirar y me dice ¿Cómo? -Mi tío es doctor y cura gente, ¿Usted también? Al darse cuenta de la asociación que había hecho, lanza una carcajada, me abraza y, al soltarme me mira a los ojos y me dice -con otras palabras muy entendibles para un niño de dicha edad, tanto que me quedó el concepto pero no las palabras exactas-: “Mirá… la Asamblea del Año XIII derogó los títulos Nobiliarios, y aunque el Doctor no es un titulo Nobiliario, lo usamos como tal, además nos tratamos de Vuestra Señoría, Vuestra Excelencia y el Máximo Tribunal es la Corte. Asi que yo no soy Doctor, sólo los que estudian para lograrlo”.

"Así era la máxima autoridad de la Corte, que reconoció haber ejercido el poder de forma monárquica", fue la conclusión a la que lo llevó dicha anécdota.

Luego, la fuente retoma el tema y continúa: “No debemos olvidar que Peña Guzmán, siendo presidente de la Corte en 1977, fue quien le negó la renuncia al juez Carlos Pagliere, el primero en investigar los casos de Habeas Corpus de los desaparecidos”.

“Como no recibía apoyo de ningún ámbito del Estado, decidió renunciar; hasta que llegó a oídos de Peña Guzman su tarea y, no solo le rechazó la renuncia, sino que lo impulsó a seguir con una frase que combinaba, como siempre, humildad y sabiduría: ‘Yo mismo he aprendido que las cosas deben pelearse desde adentro, siga adelante’”.

Al respecto, la fuente judicial sostiene que “en pleno inicio de la dictadura militar (que comenzó el 24 de marzo de 1976), una frase asi, podía costarle la vida, sin dudas”.