Los "Sin y los Con Tierra" de Vidal, en alerta ante la posibilidad de quedarse con las manos vacías
Los "Sin Tierra" en Olivos.

Los "Sin y los Con Tierra" de Vidal, en alerta ante la posibilidad de quedarse con las manos vacías

14.8.2019. El lunes por la mañana cuando muchos oficialistas bonaerenses no pudieron dormir por el tremendo fracaso electoral en las PASO, muchas miradas apuntaban a dos pesos pesados dentro del armado y estrategias de campaña de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires: el jefe de Gabinete, Federico Salvai; y el intendente de Vicente López y “primo presidencial”, Jorge Macri.

La gobernadora María Eugenia Vidal, en su intento reeleccionista, estuvo 17 puntos debajo de lo obtenido por el postulante del Frente de Todos, Axel Kicillof, que merodeó los 50 puntos de respaldo electoral.

Pocos días antes de las PASO, Vidal estuvo en Hurlingham junto a los precandidatos a intendentes bonaerenses denominados “Sin Tierra”, es decir, aquellos en donde no gobiernan. Y ese apoyo vino precedido de un anterior encuentro con el presidente Macri en la Quinta de Olivos, en donde se insistió con la frase “somos un equipo al que nos gusta los desafíos”.

Tanto el presidente como la gobernadora hicieron todos los esfuerzos posibles para convencer a los postulantes de dar la batalla en sus distritos. No fueron pocos los que se mostraron preocupados por los datos negativos de la economía, que lógicamente podía afectar sus pretensiones, cosa que finalmente sucedió.

En total, fueron 66 los precandidatos de Juntos por el Cambio que participaron en calidad de opositores en sus distritos en las PASO de este domingo. Tanto Salvai (quien tuvo siempre la última palabra) como el jefe comunal de Vicente López fueron los que diseñaron la estrategia de campaña.

Los distritos más difíciles para el oficialismo son los que están en manos del justicialismo: La Matanza, Avellaneda, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Almirante Brown, Berazategui, Hurlingham, Florencio Varela, Ezeiza, Ensenada, Ituzaingó, Merlo, Moreno, Malvinas Argentinas y Escobar.

Prácticamente en todos los municipios mencionados, el fracaso de Juntos por el Cambio fue rotundo, con el agravante de que en muchos distritos en los que gobierna los intendentes que van por la reelección no salieron tan airosos como lo esperaban.

En estos casos, se mencionan La Plata, Bahía Blanca, Quilmes y General Pueyrredón (aunque más adelante se verá que es un caso especial).

El intendente platense Julio Garro quedó 41.000 votos por debajo del Frente de Todos, que presentó cinco listas y resultó ganadora la que impulsó a la diputada bonaerense Florencia Saintout: los cuatro que enfrentó ya asumieron el compromiso de trabajar en unidad de cara a octubre con el sólo objetivo de “recuperar la ciudad para el peronismo”.

En Bahía Blanca, el intendente Héctor Gay obtuvo 71.677 votos (39,52 %); seguido muy de cerca por Federico Susbielles, con 67.256 votos (37,08 %).

En Quilmes, Martiniano Molina tuvo el respaldo de 104.644 votantes (30,77 %), pero Mayra Mendoza -su competidora directa en octubre pues ganó la interna- cosechó 95.294 votos. Sumados los demás competidores del Frente de Todos (uno de ellos fue el ex intendente Francisco “Barba” Gutiérrez, con 20.000 votos) el porcentaje obtenido resultó ser 51,68.

Y en General Pueyrredón (cuya cabecera es Mar del Plata), la precandidata del Frente de Todos, Fernanda Raverta, consiguió 104.671 votos frente a los 78.501 conseguidos por el diputado nacional Guillermo Montenegro en la interna de Juntos por el Cambio.

De todos modos, en General Pueyrredón, Juntos por el Cambio no es oficialismo, dado que el intendente actual Carlos Arroyo (quien accedió al cargo por Cambiemos en 2015) rompió con Vidal y conformó lista propia para presentarse a la reelección: Agrupación Atlántica, con la que consiguió 19.314 votos.

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